28/10/07

Revel A


Es difícil pensar que algún día todo volvería a ser como antes, como cuando ambos pasaban días enteros mirando a la gente, hablando de sus vidas, mintiendo a cerca de cosas que no tenían sentido; pero que cuando se juntaban, todo se tornaba claro y nada parecía poder romper esa fantasía.
Ahora las cosas son distintas, ninguno de los dos se habla y tal vez no piensen mucho sobre el pasado, y es este el problema que corroe sus almas de forma que la única solución inmediata es caer en el frió abrigo de las drogas; nada más podría unirlos. Siempre fue eso, nunca existió nada parecido a una verdadera amistad, aunque todo el mundo – hasta ellos- pensaron en un momento de que todo eso era real.
¿Qué tan real es todo lo que sucede ahora? – preguntaba un sin fin de veces ella, con la mirada perdida y la boca dormida. – Todo esto es real, nunca nada lo fue como ahora- respondía él, con la seguridad que nunca tuvo sobre nada.
Era en esos momentos, cuando la imaginación invadía su mente, a veces él pensaba como sería si ella estuviera tan enamorada como el. Todo sobre esta nebulosa parecía tan confuso como hermoso, el beso de ella en su boca, el lazo de sus manos que no soltarían jamás, se veía interrumpido, por el temor a que todo esto nunca sucedería y que él no era suficiente para ella.
Y ahora que vuelven a verse, ambos parecen distantes, la conversación solo fluye en temas de poco interés y en recuerdos sobre tiempos mejores. Buscan indeterminadas veces terminar con todo eso que los separa, que no los deja ser espontáneos. Pero él sólo podía pensar en su boca. Que ganas de besarla. Pero el temor siempre lo invade y no es el miedo al rechazo, el que ya ha sufrido incontables veces- es el miedo a caer enamorado, él sabe que si prueba uno de sus besos no volverá atrás y tal como la droga, invadirá su cerebro, pensamiento, sentimientos, para luego apoderarse de su vida…

Glaciares


Ese es el único que se desespera por morir, parpadea entre la oscuridad de sus hermanos, unos ya mueren sin ser vistos. Él. Es un caso distinto, su miedo es tan grande que se queda en la delgada línea que divide la vida y la muerte.
Ya se está cansando, sabe que vienen por él. Durante la tarde hubo comentarios de que los extraños llegarían pronto. Su corazón no pudo soportar tan terrible noticia y ahora es el único que busca escapar.

Datos personales

¿Que tan personales tienen que ser los datos?